Miércoles de Ceniza

“Del polvo vienes y al polvo volverás”

Gen 3,19

Conviértete y cree en el Evangelio”

Mt. 5, 17

“Por mi vida oráculo del Señor, no quiero la muerte del Pecador, sino que se convierta de su conducta y viva”

Esta  es la preparación para entrar al  tiempo  de  Cuaresma.

La Cuaresma en un tiempo de conversión y maduración de la fe, liberación del pecado, aprovechemos estos cuarenta días de gracia para  prepararnos a vivir la gran fiesta de la Pascua y resucitar con Cristo.

Este es un momento propicio para revisar cómo estamos viviendo  nuestra relación con Dios.

Este tiempo Litúrgico nos invita a reflexionar  sobre tres puntos:

El Ayuno:   que nos recuerda el deber de mortificar nuestros sentidos o sea, evitar todo aquello que nos lleva a dejarnos llevar por los instintos carnales, San Pablo nos dice:

“19.Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertad sexual, impurezas y desvergüenzas; 20.culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones, sectarismo 21.y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.” (Gal. 5, 19-21)

También San Pablo nos exhorta a dejarnos llevar por el Espíritu de Dios para que alcancemos una verdadera conversión:

“22.En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, 23.mansedumbre y dominio de sí mismo. Estas son cosas que no condena ninguna Ley. 24.Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos; 25.si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el Espíritu; 26.depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser más que los demás y de ser celosos.”(Gal. 5, 22-26)

Jesús nos enseña con su ejemplo a no dejarnos llevar por el poder, el querer  y el placer:

1.Jesús volvió de las orillas del Jordán lleno del Espíritu Santo y se dejó guiar por el Espíritu a través del desierto, 2.donde fue tentado por el maligno durante cuarenta días. En todo ese tiempo no comió nada, y al final sintió hambre. 3.Entonces el maligno  le dijo: «Si eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan.» 4.Jesús le contestó: «Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan.» 5.Lo llevó después el maligno a un lugar más alto, le mostró en un instante todas las naciones del mundo 6.y le dijo: «Te daré poder sobre estos pueblos, y sus riquezas serán tuyas, porque me las han entregado a mí y yo las doy a quien quiero. 7.Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.» 8.Jesús le replicó: «La Escritura dice: Adorarás al Señor tu Dios y a él sólo servirás. » 9.A continuación el maligno lo llevó a Jerusalén, y lo puso en la muralla más alta del Templo, diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, 10.pues dice la Escritura: Dios ordenará a sus ángeles que te protejan; 11.y también: Ellos te llevarán en sus manos, para que tu pie no tropiece en ninguna piedra.» 12.Jesús le replicó: «También dice la Escritura: No tentarás al Señor, tu Dios.» 13.Al ver el maligno que había agotado todas las formas de tentación, se alejó de Jesús, a la espera de otra oportunidad.” (Lc. 4, 1-13)

Ofrezcamos esta penitencia por el perdón de nuestros pecados y los pecados de nuestros hermanos.


La Oración: De alabanza, de bendición, glorificar el Santo Nombre de Dios Uno y Trino.

Dialogar  con nuestro Padre Dios, que nos dio a su Hijo Jesucristo. Contemplémosle  desde lo más profundo de nuestro ser, para alcanzar intimidad con Él. Renovemos nuestro Bautismo, orando la Oración del  “Regalo del Amor de Dios”, para que se active en nosotros todas las gracias que Él ha depositado en nuestro corazón y alcancemos la santidad.

Aprender a entrar en amistad con Dios, que nos ha dado la vida, nos ha enseñado el camino para alcanzar la verdadera felicidad, que es su Hijo, porque Él es el “Único Camino, Verdad y Vida”( Jn 14, 6 ).


Sacramentos: Purificarnos por medio de la Confesión, sentirnos perdonados y perdonar a quien nos ha ofendido. Entra en el silencio de tu corazón y haz un buen examen de conciencia arrepiéntete de tu pecado, haciendo una buena confesión, acude a su misericordia pues Dios te recibirá con los brazos abiertos para amarte como su hijo querido que eres, Él te escucha y te perdonará.

Aprovecha toda la Liturgia de estos días que la Iglesia ha preparado para ti. Participa en la Santa Misa para alimentarte del Cuerpo y  Sangre de Cristo para   tener vida eterna y en esta vida gozar de su presencia.

Practica la caridad fraterna amando, comprendiendo, perdonando  y dando lo mejor de tí a quienes están cerca especialmente en tu familia, en tu trabajo. Comparte tus bienes a las personas más necesitadas.

Virtudes: La práctica de los buenos modales y las virtudes nos aleja de los malos hábitos y nos reviste de la gracia de Cristo: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Prudencia, Fortaleza, Justicia, Templanza


26 de febrero 2020

Santa Eucaristía e imposición de la Ceniza

Hora: 4:00 pm

Lugar: Comunidad Trinitaria


Dios te espera, Dios te ama.